Una vez concluidos los trabajos de restauración de la ermita, el pasado domingo, festividad de San Juan el Precursor, fiesta grande de Alicante, me animé a participar en tan solemne conmemoración en la parroquia de la Santa Protección de la Madre de Dios de Elche.
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Fui recibido por el párroco Cristian Toderici, que me mostró su simpatía y amistad, y con el que pude departir sobre temas tanto personales como especialmente sensibles para la consolidación de la parroquia y la fe ortodoxa en la región.
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Son muchos los proyectos que actualmente se vienen desarrollando en varias áreas nucleares en la vida de una parroquia. Amén de los que están siendo diseñados para su ulterior desarrollo en un futuro inmediato y en los que he sido invitado a participar.
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Como no podía ser de otra manera, participé activamente en la celebración de la Divina Liturgia concelebrada en rumano y español por el presbítero Cristian y el hieromonje Macario, con una concurrida asistencia de fieles ortodoxos de diversas nacionalidades y tradiciones canónicas, incluida la española.
Como no podía ser de otra manera, participé activamente en la celebración de la Divina Liturgia concelebrada en rumano y español por el presbítero Cristian y el hieromonje Macario, con una concurrida asistencia de fieles ortodoxos de diversas nacionalidades y tradiciones canónicas, incluida la española.
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Me llamó poderosamente la atención, una vez más, la profunda piedad de los fieles, así como el acercamiento a la comunión tan numerosa de niños y adultos.
Me llamó poderosamente la atención, una vez más, la profunda piedad de los fieles, así como el acercamiento a la comunión tan numerosa de niños y adultos.
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Luis María Forniés
Santa Protección de la Madre de Dios
Fachada principal de la ermita